El primer ministro británico, Boris Johnson, debilitado por la dimisión de una quincena de miembros de su gobierno que denunciaron falta de «integridad» en un contexto de crecientes escándalos, se comprometió el miércoles a «seguir adelante».
«El trabajo de un primer ministro en circunstancias difíciles, cuando se ha recibido un mandato colosal, es seguir adelante y eso es lo que voy a hacer», afirmó Johnson durante la sesión semanal de preguntas en la Cámara de los Comunes.
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