En pleno aumento de la incidencia del virus, Madrid abrió este domingo la campaña de su elección regional del 4 de mayo, en donde la derecha espera mantener su principal bastión de poder en España.
Los sondeos apuntan a una amplia victoria de la actual presidenta regional Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular (PP), aunque sin mayoría absoluta, por lo que para continuar podría necesitar el apoyo de la extrema derecha de Vox.
Los comicios tendrán una incidencia en la política nacional, aunque los analistas descartan un impacto inmediato en la coalición de gobierno formada por los socialistas del presidente Pedro Sánchez y la izquierda radical de Podemos.
Tras una precampaña intensa, la campaña empezó formalmente este domingo y concluirá el 2 de mayo, dos días antes de estos comicios anticipados convocados en marzo por Díaz Ayuso, tras romperse su coalición de gobierno con los liberales de Ciudadanos.
En juego está el liderazgo de esta región de 6,6 millones de habitantes, que presume del PIB per cápita más elevado de España, pero que desde el inicio de la pandemia lamentó también el mayor número de fallecidos y de casos de coronavirus.
Seis partidos compiten en las elecciones, dentro de una polarizada lógica de bloques: a la derecha, PP, Vox y Ciudadanos, y a la izquierda, PSOE, Podemos, y una escisión de estos últimos, Más Madrid.
Según un sondeo Sigma Dos publicado este domingo en El Mundo, el PP obtendría entre 56 y 60 diputados de los 136 con que contará el parlamento regional, lejos de la mayoría absoluta (69 escaños).
Excluida toda coalición con la izquierda, y con un Ciudadanos que podría quedarse fuera de la cámara si no alcanza el umbral crítico del 5% de votos válidos, Díaz Ayuso encontraría sus aliados naturales en Vox, a quienes Sigma Dos da 13 ó 14 escaños.
«El bloque de la derecha sacaría aproximadamente entre el 52 o 53% del voto, pero es verdad que puede haber movimientos durante la campaña de última hora que terminen desequilibrando la balanza», explica a AFP el politólogo Pablo Simón.
«Una opción muy probable es que el Partido Popular gobierne en solitario con apoyo parlamentario de Vox, pero sin que tengan cargos públicos», vaticina.
– «Comunismo o libertad» –
La campaña se abre en un momento peliagudo para Díaz Ayuso, ya que la incidencia en Madrid de 372 casos por 100.000 habitantes supera de lejos la media nacional (213 casos), también al alza.
Conocida por su dura retórica contra el gobierno de Sánchez, Díaz Ayuso adelantó las elecciones en un intento por aprovechar el capital político logrado con su decisión de no aplicar restricciones demasiado duras, a fin de proteger la economía local y en particular bares y restaurantes.
La elección cobró un cariz claramente nacional cuando, días después, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, anunció su dimisión como vicepresidente del gobierno para competir en los comicios madrileños.
Díaz Ayuso ha aprovechado el movimiento del líder de la izquierda radical para presentar las elecciones como un combate entre «comunismo o libertad».
La apuesta es más que arriesgada para Iglesias, que lo tendrá muy difícil para desalojar del poder a una derecha que gobierna la región de Madrid desde 1995.
«Es posible que si Unidas Podemos saca tan mal resultado como dicen las encuestas, será el fin de la carrera política de Pablo Iglesias», avisa Pablo Simón.
Por el contrario, una victoria aplastante de Díaz Ayuso, estrella ascendente de los conservadores, ampliará sus ambiciones políticas.
Los seis candidatos participarán en un debate televisado el 21 de abril, en el que Iglesias, hábil en los debates, tendrá el último turno de palabra.
No obstante, según Pablo Simón, es improbable que el resultado del 4 de mayo impacte de inmediato en la coalición de Sánchez.
«Si efectivamente el PP saca tan buenos resultados (…) no te interesa ni romper el gobierno ni convocar elecciones», apunta este analista.
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