En Tijuana todo comenzó como un rumor: Farrah Fresnedo García había sido “levantada” por el Cártel de Sinaloa. Fue el lunes pasado. Con las horas, ya se hablaba en plural. La mujer, ex cuñada de René Arzate, la Rana, cabecilla de la organización criminal, fue secuestrada junto con otras dos personas.
El pasado 8 de marzo, la Jeep Compass, donde viajaba Fresnedo García fue interceptada, sobre la carretera Libre Rosarito-Tijuana, por un grupo de cinco hombres, abordo de una pick up blanca, según relata el semanario Zeta Tijuana.
La víctima y sus acompañantes fueron secuestrados. Agentes municipales atendieron el crimen, y encontraron la Jepp con las puertas abiertas y sin pasajeros. Los policías hallaron dentro una bolsa de mano con tarjetas pertenecientes a Farrah Fresnedo.
De inmediato acudieron a la dirección plasmada en las tarjetas, donde los familiares de Farrah confirmaron su desaparición. Según los testimonios, el día del incidente, la mujer había quedado en asistir a una reunión familiar, pero nunca llegó, ni tampoco respondió su celular.
Sobre la identidad de sus acompañantes, se desconoce si se trate de personas involucradas con el crimen organizado o que el “levantón” sea una acción en su contra.
Pese a que Farrah no ha sido imputada a ningún crimen, las autoridades aseguran que el secuestro pudo haberse perpetrado por su parentesco con cabecillas criminales. Se trataría de gente de los Chapitos, quienes buscan establecer su dominio en Baja California. No obstante, advierte Zeta Tijuana, en teoría los Reyes Arzate negociaron una alianza con los Menores.
El 9 de marzo, el doctor Hermes Armenta corrió con la misma suerte. Hombres armados llegaron a su consultorio. Al verlo descender de su automóvil, estos lo sujetaron de los brazos y se lo llevaron en una Jeep Cherokee.
Cinco horas después, describe Zeta Tijuana, las autoridades encontraron el vehículo de los delincuentes, abandonado en calles de Tijuana.
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