El gobierno de los Estados Unidos desclasificó este viernes un informe de inteligencia que asegura que el asesinato del periodista Jamal Kashoggi fue ordenado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman.
Hasta el momento el reino saudita había negado cualquier responsabilidad en el hecho, aunque sí había reconocido la muerte del periodista ocurrida en 2018 en el consulado saudita en Estambul, Turquía, la que atribuyó a agentes de inteligencia rebeldes.
De acuerdo al informe, confeccionado en 2018 por la CIA pero clasificado haste este vienres, Mohammed bin Salman veia a Kashoggi, un periodista crítico del reino, como una “amenaza” y aprobó entonces la operación para asesinarlo.
”Consideramos que el príncipe heredero aprobó la operación en Estanbul para capturar o matar al periodista Jamal Kashoggi”, dice el reporte, citado por la cadena NBC.
”Basamos esta consideración en el control que Mohammed bin Salman tiene sobre el proceso de toma de decisión en el reino saudita desde 2017, en la participación de uno de sus asesores directos y un miembro de su equipo de seguridad en el hecho, así como también en las prácticas violentas del príncipe heredero para silenciar disidentes”, agrega.
Kashoggi, un experimentado periodista saudita que mantenía una buena relación con el reino saudita, se convirtió en los últimos años en uno de los principales críticos del poder creciente de Mohammed bin Salman, quien en 2017 se convirtió en Ministro de Defensa y para muchos tomó las riendas del país aún antes de acceder al trono de su padre, el longevo Salmán bin Abdulaziz.
En consecuencia, Kashoggi se exilió primero en Estados Unidos y luego en Turquía, y continuó criticando al príncipe heredero y al reino desde una columna en el Washington Post.
En 2018 pidió un turno en el consulado saudita en Estambul para tramitar los papeles necesarios para casarse en Turquía con su prometido. Visitó la sede diplomática en dos ocasiones, y en la segunda y última visita fue asesinado violentamente y su cuerpo desmembrado, según investigaciones posteriores de la policía turca.
El reino negó en un principio la muerte de Kashoggi y aseguró que se había retirado por sus propios medios del consulado, pero ante la creciente evidencia de su asesinato, la persistencia de su prometida y la presión internacional, finalmente Riad reconoció que había fallecido en la delegación diplomática y culpó a agentes de inteligencia rebeldes.
Al respecto, el reino enjuició luego y condenó a muerte a numersosos de estos presuntos agentes, para luego conmutar sus sentencias a cadena perpetua.
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