La Copa del Rey regaló uno de los partidos del año. Quizás no fue el mejor jugado ni las condiciones entre los equipos traían un ataractivo especial, sin embargo el cambinte resultado, la agonía y los ocho goles finales fueron el color de todo lo que se espera de un equipo que terminó en cancha con Lionel Messi, Antoine Griezmann y Ousmane Dembélé.
En el Nuevo Los Carmines, Barcelona y Granada definían a uno de los cuatro finalistas, instancia en donde ya esperan Sevilla y Levante, y donde se espera la llegada de Betis o Atlético de Madrid. Con un equipo con ciertas variantes, pero con el “10” argentino en cancha, los blaugrana saltaron a un campo de juego donde la sorpresa no iba a hacerse esperar.
A los 33 minutos, y tras un error de Umtiti en la salida, Kenedy establecía el 1 a 0 para los locales y se iban al descanso con la ventaja. La emoción de los locales iba a explotar cuando a los dos minutos de la segudna etapa Roberto Soldado aprovechaba una desatención del mismo defensor francés para irse mano a mano ante Ter Stegen y estampar el 2 a 0 parcial.
Desde ahí, Koeman diseñó un equipo ultraofensivo. Desde el banco se dieron los ingresos de Braithwaite y Dembélé, a los que luego se les sumó Riqui Puig y apretó contra las cuerdas a un conjunto de Granda que aguantó los constante embates y tuvo a Escandell como gran figura, sacando de todo, incluso una chilena a quema ropa de Griezmann.
De tanto intentar y de abollar los palos con remates de Dembelé y Messi, la muralla iba a caer. El crack rosarino metía un enorme pase filtrado al ex Atlético de Madrid que la bajó y entre el palo y el arquero descon
En el comienzo de la misma, los de Koeman continuaron con su estilo arrollador y a los cinco minutos Griezmann aparecía nuevamente para el 3 a 2 parcial y lo que parecía ser la tranquilidad, pero no todo estaba dicho. Segundos después, Dest cometía un penal infantil y desde los 12 pasos Fede Vico marcaba el empate de cara al segundo tiempo.
Con más nafta en el tanque, los catalanes volvieron a tomar las armas y una vez mpas Messi iba a ser clave. El argentino encaró de izquierda al centro y remató de derecha, forzando a una nueva atajada de Escandell, que dejó viva la pelota para la llegada de De Jong. Con la calma de la pelota y casi sin sufrir, el quinto tanto llegó tras una gran jugada y un enorme pase de Griezmann, una de las figuras de la noche, para Jordi Alba, que de volea, cerraba el marcador y el pase a semis.
El próximo viernes 5 de febrero se dará a conocer el soreto y las semifinales definidas donde Barcelona, Levante y Sevilla esperan por el ganador de Atlético de Madrid y Betis para el cuarteto final y una nueva copa en juego
elona a los 88 minutos. Con cuatro más añadidos, se repetía la fórmula en una jugada calcada, pero el que iba a marcar sería Jordi Alba, forzando la prórroga.
